
La última entrada de Michael Roberts en su blog está dedicada a la situación económica en Argentina, que obviamente, sigue siendo mala, si no peor. A fin de cuentas, Milei ha optado por lo de siempre: pedir un nuevo préstamo al FMI.
TOPO EXPRESS
En vez de estar las personas al servicio de la economía, como establece en la práctica la economía neoliberal, propugnamos lo contrario: que la economía esté al servicio de las personas. Ello implica reflexionar sobre cuáles han de ser los pilares económicos de una sociedad más igualitaria, más solidaria, en definitiva más justa, desentrañando las ambigüedades y mentiras con las que los economistas liberales nos engatusan cotidianamente.
La última entrada de Michael Roberts en su blog está dedicada a la situación económica en Argentina, que obviamente, sigue siendo mala, si no peor. A fin de cuentas, Milei ha optado por lo de siempre: pedir un nuevo préstamo al FMI.
Digámoslo con claridad: el rearme de la UE (es decir, de la OTAN) no es más que un engañabobos para seguir drenando dinero hacia el capital, detrayéndolo del gasto social. Las pensiones serán el primer objetivo para el saqueo.
Para los legos -la mayoría de nosotros– las criptomonedas son un misterio casi impenetrable, y en todo caso algo marginal. Nada de eso: el capitalismo amenaza con entrar, con ellas, en una nueva dimensión. Y Trump parece haberlo entendido.
De rebote, la política arancelaria de Trump ha sacado a la superficie el grave error europeo, consistente en mantener bajos los salarios para favorecer las exportaciones. Superávit comercial con bajos salarios; esa es la clave de la política económica de la UE.
Los países del Sur Global abandonaron casi por completo el desarrollo a largo plazo en favor de la supervivencia a corto plazo. Descuidaron la creación de capital social. Ha llegado el momento de cambiar.
Las guerras son cuestión de dinero. Y el dinero escasea cuando la deuda es grande. Y la de EEUU lo es. Enorme. Ahí radican algunas de las decisiones de Trump, que a primera vista parecen simplonas, o disparatadas, cuando no absurdas.
La devaluación del dólar que la administración del presidente estadounidense Donald Trump parece estar considerando significaría casi con toda seguridad el final del reinado del dólar como moneda internacional dominante.
Make America Great Again implica, en el proyecto de Trump, desregulación. Un modelo que algunos quieren seguir en la Unión Europea. Al parecer, algunos se niegan a aprender las lecciones que nos dejó la crisis de 2008.
Ducho en las añagazas económicas, el presidente Trump y su plan tal vez no sean lo que parecen a primera vista. Al menos eso piensa un personaje avezado como Varoufakis.
El dinero cuántico es una tecnología, por ahora sólo teórica, que utiliza las leyes de la mecánica cuántica para crear dinero digital que no se puede copiar, se puede verificar su autenticidad y es único. El futuro da miedo.
Según el último Informe sobre la Riqueza Mundial de UBS, los 26 más ricos del mundo poseían en 2023 la asombrosa cifra de 2,872 billones de dólares. Billones, con b. Más que el total de bienes y servicios que la mayoría de las naciones producen anualmente.
Mientras Los Ángeles arde, el presidente Joe Biden deja tras él la amenaza de una crisis energética que corre el riesgo de adquirir proporciones globales. Las nuevas sanciones dirigidas contra Rusia van a perjudicar claramente a la Unión Europea.