Voluntarias de la Libertad: Mujeres en las Brigadas Internacionales

Mujeres en las Brigadas Internacionales
El propósito de este artículo no es otro que el de poner de manifiesto el papel fundamental que tienen las mujeres extranjeras voluntarias que vienen en apoyo de la Republica Española, durante la Guerra Civil, coincidiendo todas en un ideal común: enfrentarse al fascismo. Convirtiéndose en agentes históricos de gran proyección, tejiendo redes de solidaridad. Por ello como se trata de un fenómeno poco conocido, Fernanda Romeu intenta, desde otra mirada, la de estas voluntarias, reivindicar y recuperar su memoria.

Nadie puede traicionar así, cortando el hilo de la Historia.
Antonio Tabucchi. “Tristano muere”.

Rompiendo el silencio

Quizás por primera vez en la Historia, aquellas mujeres vinieron de otros países a luchar por nuestras libertades, que no eran otras, sino las libertades y esperanzas de todos, estuvieron en condiciones de involucrarse física y mentalmente en un escenario bélico: trincheras, frentes, hospitales, refugios y ciudades en guerra. Fue la primera vez en la Historia en que muchas mujeres se atrevieron a viajar voluntariamente a un suelo extraño en guerra; la primera vez que se arriesgan a morir por una causa justa. Y, fundamentalmente fue la primera vez que escribieron incansablemente sobre sus vivencias y experiencias en la guerra Para Una Wilson, Mary Lowson, y Agnes Hodgson, mantuvieron la convicción de haber luchado: “por la mas justa de las causas, la de la Libertad”. Para Aileen Palmer: “Su estancia en España había constituido en muchos aspectos la “primavera” de su vida”.1

Mujeres en las Brigadas InternacionalesFueron muchas las extranjeras que acudieron a partir de Octubre de 1936. Llegan a España en un principio con las BI. Para participar en la ayuda médica, ayuda a las víctimas y a los heridos. Aunque marcadas por los arquetipos de género de la época, las mujeres voluntarias asumen un protagonismo activo y rupturista: médicas, enfermeras, auxiliares sanitarias, conductoras de ambulancias, como de comunicaciones de transporte. Precisamente es esencial su apoyo en los hospitales de campaña, alejándoles considerablemente de lo que son las funciones tradicionales femeninas en la retaguardia.

Muchas voluntarias además de salvar vidas, trabajaron con médicos y enfermeras españoles e internacionales, que lograron importantes avances en medicina militar. Las enfermeras sobretodo las norteamericanas, cooperaron en la organización de hospitales móviles lo mas cerca posible de la línea de fuego y en el cuidado de los combatientes internacionales y de la población civil afectada por la guerra.

Procedían de todo el mundo. La gran mayoría eran hijas de emigrantes europeos, incluso las que procedían de EE.UU. y Canadá. Una elevada proporción de quienes fueron a luchar por la España Republicana, ya eran exiliados políticos. Y un número considerable de voluntarias acompañaban a sus maridos –la mayor parte de ellos eran médicos–, y por ello colaboran en Sanidad. Algunas voluntarias fueron Directoras y jefes de hospitales de las BI. como hospitales del gobierno de la Republica.

Por falta de datos, no he podido completar el índice de participación de voluntarias venidas de todas partes. Y, como tampoco es mi intención el hacer excesivamente largo este artículo, únicamente señalaré países, número de participantes y destacar eso sí, aquellas mujeres intelectuales más significativas.2

No podemos olvidar que también hay mujeres que no participan directamente en la Guerra, pero realizan un trabajo excepcional desde el Comité de Ayuda Internacional al Gobierno de la Republica Española.

En esta ayuda hay que destacar el papel tan importante y tan poco conocido que tuvo la Organización Internacional de Resistentes a la Guerra ( IRG), para apoyar a la República en armas, desde tareas civiles auxiliares que salvaran al menos, las contradicciones con los principios de resistencia a la guerra. La IRG, estableció un fondo de ayuda a España, dedicado al envío de ayuda, para recabar información sobre familiares y amigos prisioneros en el lado franquista, facilitar el intercambio de prisioneros y el apoyo a un hogar para la acogida de niños refugiados en la localidad catalano-francesa de Prats de Molló.

En Madrid los antimilitaristas participan en la creación de un Comité de Mujeres para la distribución de ropa y comida, donativos que aparecían identificados con tarjetas portadoras del texto “ Internacional de Resistentes a la Guerra : ayuda pacifista a la población civil española”3

En el plano cultural, el compromiso de las mujeres intelectuales voluntarias fue intenso. Australianas, inglesas, canadienses, francesas, norteamericanas, belgas y de otros países, escriben un gran número de cartas, artículos, relatos de guerra…, en los que en muchos de ellos se denuncia el horror y la destrucción inútil que conlleva toda guerra (puntos 2 y 3). Nos dan una mirada diferente de lo que fueron aquellos acontecimientos. Algunas de ellas toman una postura pacifista ante tanto horror y dolor provocado por la guerra. Otras se sorprenden por los acontecimientos de Barcelona del 37.4

Mujeres en las Brigadas InternacionalesLa mayoría de los relatos, cartas y diarios de las voluntarias norteamericanas, según opinión de la profesora Francesca Patai, indican que aunque hubo algunos casos aislados de chauvinismo machista y de sexismo, no fue esta la norma. La mayoría de los relatos nos demuestran que no hacían diferencia entre hombres y mujeres.5 De todos modos es evidente que su percepción de los hechos difieren en gran medida de lo que hasta ahora estamos acostumbrados a leer. El rol que protagonizan es diferente, en el frente, como en los hospitales. Se debaten entre un sentimiento maternal ante las escenas de dolor (niños, heridos, muertos…) y un compromiso vital en la lucha antifascista.

Muchas de estas mujeres llenas de idealismo y de valor, renuncian para venir a España, a su vida personal y cotidiana en sus países de origen. Con el agravante que no siempre son comprendidas por los suyos. Algunas tienen que abandonar sus hijos de corta edad al cuidado de algún familiar, incluso se da algún caso de encontrarse embarazada, por lo que tienen que romper con un gran número de tabúes culturales.

Algunas viven entre las sospechas y desconfianzas de sus propias compañeras, por estar próximas a ideas anarquistas o pertenecer a algún partido comunista de la izquierda internacional. Por ejemplo, el incidente que se va a producir a la llegada de las cuatro enfermeras australianas a España, que paso a relatar: “Cuando llegan a Barcelona, las cuatro enfermeras, según Agnes Hodgson (liberal antifascista), Mari Lowson (comunista) informó de inmediato a un administrador de la Unidad Británica de Auxilio, de que Agnes era fascista. Hubo una denuncia y tuvo que presentarse en la oficina catalana que se ocupaba del personal médico extranjero para ser interrogada…”.6 O, el caso de Mika Etchebère y Katja Landau, por su relación con el POUM. No hay que olvidar que en aquellos momentos existe una gran influencia del comunismo estalinista en gran parte de los partidos comunistas europeos.

Con la retirada de las Brigadas Internacionales, según testimonio de Jadwiga Welykanowicz: “…todas las mujeres brigadistas iban a S´Agaró, donde estaba el último hospital de las Brigadas. Era al mismo tiempo de recogida para todas las mujeres que había de entre las voluntarias. En total había pocas mujeres, por lo que no toda nacionalidad disponía de su propio centro de recogida”.7

Al finalizar la guerra en España muchas de estas mujeres se incorporan de nuevo, en sus países de origen , ayudando a los refugiados españoles y a la resistencia antifascista europea, siendo deportadas un gran número de ellas a los campos de exterminio nazis. Muchas murieron. Pero siempre, desde sus puestos de lucha, serán el reflejo del nuevo espíritu revolucionario que marcará el camino de las mujeres comprometidas en la lucha contra el fascismo.

Fragmentos de cartas y diarios

ANNA TAF (——) EE.UU.

“…No teníamos agua…, para mantener el calor saltábamos sobre un pie, después sobre el otro. El instrumental estaba tan frío que se me pegaba a las manos… Yo siempre llevo puestos un de los pacientes. Por supuesto, ninguna de las enfermeras gozaba de más de cuatro horas de sueño en ningún momento y ni siquiera”veían” una silla o una cama por 72 horas o más… Vuelvo a repetir que me siento orgullosa de estar aquí y que no regresaré a casa hasta que todo haya terminado y hayamos triunfado…”.

Mujeres en las Brigadas InternacionalesFREDERICKA MARTÍN (20–3-1937) EE.UU.

“…es imposible que ninguna enfermera trabaje menos de 16 horas o más por día… Tienen los pies tan hinchados que tienen que ponerse enormes zapatillas de los pacientes para poder andar… Estos pacientes son nuestros compañeros, son parte nuestra… Cuando sufren nosotras también sufrimos y aprendemos a odiar mas todavía. Todo esto produce un terrible agotamiento emocional. Si tienes algo de voz en el Comité, pídeles que nos manden enfermeras y doctores. Yo me sentía responsable de mi misma y de mis circunstancias, el ser mujer era una ventaja. Yo tenía el mundo. El mejor regalo que traje de España fue el sentido de la camaradería. Es peor tener que abandonarla.”

“…Es como si toda nuestra vida hubiéramos estado odiando porque aquí hemos aprendido a odiar más todavía. Todo esto produce un terriblemente agotamiento emocional. Si tienes alguna voz en el Comité pídeles que manden mas enfermeras y doctores. No dejes que se olviden de nosotros. Nunca podían satisfacer todas nuestras necesidades, pero no deben dejar de intentarlo… La otra cosa que quería mencionar es el esfuerzo especial de todas las enfermeras.”

TOBY JENSKY (1937) EE.UU.

“Hicimos una colecta y compramos cinco ventiladores eléctricos para las salas…, en mi tiempo libre ayudo a organizar salidas al campo para los niños de la población mas cercana, alrededor de 500… Se siente una hermosa atmósfera de camaradería en este lugar…”.

SYLVIA TOWNSEND GRAN BRETAÑA. (23-3-1936)

“…Acabamos de recibir un telegrama en el que nos piden que vayamos a Barcelona para ayudar a unas dependencias de la Cruz Roja. Hace tiempo que queremos ir a España, es una suerte que se nos haya presentado esta oportunidad…. En caso de que me alcanzara alguna bala o algún gas ( lo cual es bastante improbable) he dejado una especie de testamento en el que te nombro albacea…”

(14-11-1936) “

… Conseguimos un trabajo de tres semanas en las dependencias de la Cruz Roja, un empleo más o menos de oficina. No creo haber conocido nunca en mi vida a tanta gente agradable… Me desenvolví estupendamente. Para cuando llegamos a Barcelona ya se había convertido en algo parecido a los primeros tiempos de la Unión Soviética, como al principio, cuando todo sucedía como inercia del primer impulso vital. Después del levantamiento militar, combatido en un primer momento por una increíble mezcla de policías y clase media (sucedió súbitamente cuando encerraron a los trabajadores en las fábricas), y tras un par de días de lucha, Barcelona cayó en manos de los comités sindicales y de la milicia de los trabajadores, en una palabra, es una ciudad soviética.”

AGNES HODGSON (Diario) AUSTRALIA. (3-1-37)

“Le dije a O´Donell que si no me mandaban al frente me marcharía de España al cabo de una semana. No mencionó el Hospital para las BI. Parecía muy alarmado y dijo que seguramente yo tenía una buena razón para llegar a esta determinación. Le dejé claro que la razón era que no me creía lo del hospital. Añadí que no sabía que motivos tenían para retenerme allí, pero que había venido para curar heridos y que si era preciso esperar aún mas tiempo, podía hacerlo más cómodamente en Inglaterra. Y que también que había pensado en acudir directamente a las autoridades españolas, y ofrecerles mi servicio. Bien. A la noche siguiente me dejaron el recado de que me iba a Grañen por la mañana.”

Mujeres en las Brigadas InternacionalesSIMONE WEIL (Carta a GEORGE BERNANOS) FRANCIA

“… En Julio de 1936, yo estaba en Paris, y cuando me percaté de que aunque lo intentara, no podría evitar la participación moral en aquella guerra –en otras palabras, no podría evitar la espera diaria de la victoria de un bando y la derrota del otro–, decidí que para mi , Paris era la retaguardia y tomé el primer tren para Barcelona con el propósito de alistarme. Estábamos a principios de Agosto de 1936… Mi estancia duró unos dos meses en total. Dejé España en contra de mi deseo y con la intención de volver; pero después decidí no hacerlo. Ya no sentía el ansia de participar en una guerra que, en lugar de ser lo que parecía cuando empezóuna guerra de campesinos hambrientos contra terratenientes y contra los clérigos que los defendían-, se ha convertido en una guerra entre Rusia por un lado, y Alemania e Italia por otro.
Reconozco el olor de la guerra civil, el olor de la sangre y del terror que sale de su libro; yo también lo he respirado.

…una va de voluntaria, pensando en el sacrificio y se encuentra con una guerra que parece una guerra de mercenarios, sólo que mucho más cruel y con menor respeto humano por el enemigo.”

Fragamentos de relatos 

MARY LOW (1936) EE.UU.

“… Los contemplé detenidamente. Eran los primeros milicianos que veía. Ya quedaba poca gente en el tren. Llevaban calzado de tela con suela de esparto y pantalones vaqueros. Contaron varias historias sobre atrocidades fascistas que ellos mismos habían presenciado. Dejé mi trabajo y me escapé a España a luchar- me dijo el belga”.

LINI DE VRIES (1937) EE.UU.

«Tal vez nunca más en la vida vuelva a estar con personas de tantos países y tan idealistas, inteligentes y nobles. Aquella era una Cruzada por la libertad del hombre. En 1937 fui testigo de un idealismo casi puro. Sin embargo, tenía complejo de culpabilidad por estar en España. Había dejado a mi hija pequeña en EU, aunque estaba en buenas manos. Me debatía entre mi sentimiento de culpabilidad y el amor que tenía al servicio. Todo cuanto había aprendido, toda creencia en la Humanidad estaba operando aquí, en Castillejo. Era testigo de que todos los principios en los que creía se hacían realidad en un lugar. Era testigo de la democracia en ciernes en Castillejo. Vosotros amigos idealistas, me estabais enseñando. Los campesinos ilustrados me enseñaban…”
“…Estábamos en camino hacia el frente de Madrid. Los camiones pasaban a nuestro lado, hacia Valencia, con hombres heridos, con mujeres, llenos de niños. Nos gritaban “No pasarán”. Les contestábamos “No pasarán”… La propaganda decía “Ahora todos somos iguales” y a nosotras nos encantaba, pero no podíamos dejar de reconocer las diferencias físicas entre hombres y mujeres…

Nosotras que dejamos parte de nuestros corazones en España, que dejamos un trabajo sin terminar, nunca olvidaremos esa canción “ Un lugar donde cayeron nuestros primeros camaradas”. Los heridos dejaban su sangre en la lucha en el frente del Jarama.

Mujeres en las Brigadas InternacionalesLos Lincoln soportaban lo mas fuerte del ataque. Cuatro horas después de que éste comenzara teníamos 93 heridos. Nuestro hospital estaba equipado para 50. Poco después teníamos 200. Los muertos eran depositados en el patio frío y triste. A veces se oían gemidos entre los muertos y encontrábamos alguno con vida…Los heridos estaban en el suelo, y dos o tres dormían en cada cama. Primero luchábamos para mantenerlos vivos. Después cogíamos sus nombres para ponerlos en las listas de los heridos..

Los ojos me pesaban de cansancio y las lágrimas sin derramar ¡ no había tiempo para llorar!. El llanto tendría que esperar. Yo odiaba todo lo que veía y a las fuerzas responsables de tanto sufrimiento, angustia y muerte.

Odiaba las granadas de mano, la metralla, las balas dumdum, las ametralladoras. Odiaba ver las heridas sangrantes, los heridos y los muertos. Una parte murió con cada caído. Los heridos se convertían en parte mía…”

“Me había identificado con Castillejo y era duro irme. Dejaba atrás una parte de mi.¿Era posible que hubiera estado en España sólo un periodo relativamente corto? Había partido de Nueva York el 16 de Enero de 1936. Había estado en España solo unos tres meses, pero aún así parecía que había estado allí siempre. “

LISE LONDON (1937) FRANCIA

“En aquel tiempo yo creía , como la mayoría de los comunistas, que Trostky –calificado de agente de Hitler– era el instigador de ese “golpe” cuando en realidad lo condenó con dureza desde el primer día, por su desacuerdo con el programa del POUM, se había opuesto a su adhesión a la IV Internacional. También denunció con transparencia de la política estalinista en España, mediante los consejeros soviéticos que trabajaban en Ministerios claves, especialmente en Interior y Guerra.”.

ETHEL MANNIN (1938) EE.UU.

“…La fuerte tradición anarquista española, por supuesto, se opone a esta predicción sombría, los anarquistas hicieron la revolución y no la han perdido, a pesar de los obstáculos. Si gana la revolución en España no hay por qué asumir que se impondría una dictadura proletaria. Tal y como apunta Breà, y sí existen razones de asumir que continuará con las líneas anarcosindicalistas que ya se habían desarrollado con éxito, en Cataluña sobre todo antes del levantamiento de Mayo.”

EMMA GOLDMAN (1938) GRAN BRETAÑA. “

…Desde mi llegada en Septiembre de 1936 vi que nuestros camaradas en España se estaban metiendo de lleno en el abismo del compromiso que les iba a alejar del objetivo revolucionario. Los eventos posteriores han demostrado que quienes prevenimos del peligro, estábamos en lo cierto.”

DOROTHY PARKER (1938) EE.UU.

“…Los hombres que luchan por la España Republicanahombres que en menos de un año han pasado, de ser una pandilla vestida con monos y llevando cartuchos de dinamita, a ser un ejército formidable y disciplinado. Están luchando por algo más que sus vidas. Están luchando por la oportunidad de vivirlas, por una oportunidad para sus hijos, por la decencia y la paz futura.”

Mujeres en las Brigadas InternacionalesFRANCESKA M.WILSON (1938) EE.UU.

«… En todos los pisos, los refugiados yacían sobre paja, cubiertos con sucios harapos, plagados de moscas y mosquitos, pidiendo con voz débil agua a través de unos labios resecos por la fiebre. A menudo su respiración convulsiva evidenciaba que se estaban muriendo. El Hospital civil de Murcia estaba atestado.”

JOSEPHINE HERBST (1938) EE.UU.

“…Pero ninguna guerra es fuego purificador. Los individuos no luchan como individuos y las visiones conflictivas comportan un conflicto de deseo e intención. Antes de irme de España ya se había iniciado la desintegración, con una sórdida guerra intestina en Barcelona. Nunca he sentido mucha simpatía por las polémicas partidistas y no había ido a España a luchar por una facción. Hice lo posible por conocer los hechos, incluso fui a Barcelona en Mayo, cuando las barricadas seguían en las calles. Nunca volveremos a ver aquel tipo de conflicto anticuado.¡ No mas barricadas! Estaban pasadas de moda ya entonces, y no probaban nada. Aún hoy no sé lo que ocurrió en Barcelona, con toda la diversidad de casualidades en conflicto, pero sé a ciencia cierta que no fue un complot anarq2uista urdido con Franco. Si los enemigos de Franco se habían dividido en grupos y se mataban entre sí, no era porque todos los grupos no estuvieran igualmente decididos a derrotar al enemigo común. ¿Era revolucionario el objetivo de la guerra, era dar un golpe a los terribles males que habían conducido a la sublevación, o era una guerra por la democracia, que para los intransigentes no implicaba más que la restauración del statu quo?.

Unirse y luchar parecía tan terriblemente fuerte que nadie daba crédito a las noticias de Barcelona. ¿Como barricadas?. ¿Republicanos luchando contra republicanos y no contra Franco?”

LILLIAN HELLMAN (1938) EE.UU.

“No parece tener sentido permanecer más tiempo aquí. He hecho todo lo que debía: he hablado con un grupo de las BI.; he hecho tres grabaciones que se traducirán, he ido a una guardería y a dos hospitales, he pronunciado un discurso que se emitió en Paris; asistí a las sempiternas cenas de sardinas con gente del Gobierno, que yo y las personas como yo debemos de explicar, escribir, rogar a EE.UU. y a Francia que envíen armas de inmediato. Cielo santo ¿que creen que soy o somos?.”

NAN GREEN (1937) GRAN BRETAÑA.

“…Mientras estuve en España sólo vi a mi marido unas pocas veces. Me lo encontré la noche siguiente a haber cruzado el Ebro –me gusta pensar que fui la primera mujer en cruzarlo, pero no estoy muy segura, ya que otras también se han jactado de ello–, cuando llegó con otros miembros del batallón que ya se había retirado.

Volví a verlo antes de que muriera. Lo habían herido y estaba listo para volver al frente, pero al igual que todos nosotros tenía una enfermedad cutánea, no obstante su caso era más grave y estaba en el hospital. Cuando supo que las Brigadas iban a volver a casa, pidió que le dieran el alta para terminar la batalla con ellos. Quería terminar la guerra con ellos…

Me gusta creer que murió lleno de confianza, creo que es una buena forma de morir. El tenía la certeza de que la cosa terminaría bien. Estaba haciendo lo que creía que debía hacer y esperaba que la Republica saliera victoriosa. “

MARTHA GELLHORM (——) EE.UU.

“…Todo cuanto sabían era que había medio millón de republicanos en las cárceles españolas y otro millón trabajando en campos de trabajos forzados y que las ejecuciones en las cárceles nunca han parado… Después de los años desesperados de la guerra, después de seis años de represión en España y seis años de horror en el exilio, el espíritu de esta gente permanece intacto. Están armados con una fe trascendente, nunca han ganado. Y sin embargo, nunca han aceptado la derrota. Esta es la gran fe que obra milagros y cambia la historia. Puede una sentarse en un sótano-restaurante en Toulouse y escuchar a los hombres que sin queja han perdido la seguridad, y las comodidades en la vida, hablando de su Republica y es posible creer simplemente que, como son lo que son, habrá una República al otro lado de las montañas y ellos vivirán para volver a ella.”

* * *

Abreviaturas.

BI. Brigadas Internacionales.
POUM. Partido Obrero Unificación Marxista.
SIM. Servicio de Investigación Militar (Servicio militar de Contraespionaje de la Republica Española).
SSI. Servicio de Sanidad de la República Española.

Notas

  • 1. Para destacar el papel tan importante que tienen las intelectuales y seleccionar algunos de los fragmentos literarios ha sido fundamental consultar “Ve y cuenta lo que paso en España”. Aranzazu Usandizaga. Editorial Planeta. 2000
    2. Para la confección del listado ha sido fundamental consultar “La Medicina en el exilio Republicano”. Francisco Guerra. Editorial Universidad de Alcalá de Henares. 2003
    3. Los insumisos del 36: el movimiento antimilitarista y la Guerra Civil española. Javier Aguirre.Editorial Traficantes de Sueños 2002.
    4. Idem nota 1.
    5. Francesca Patai. Articulo “Voluntarias Norteamericanas en las BI.” En la revista Poder y Libertad. 1989. Número 11.
    6. Agnes Hodgson. “Diario de una enfermera australiana en la Guerra Civil Española”.Editorial Diputación de Huesca y varios. 20006.
    7. Arno Lustiger. “¡Shalom Libertad. Judíos en la Guerra Civil Española”. Editorial Flor del Viento. 2001.

Mujeres en las Brigadas InternacionalesMujeres en las Brigadas Internacionales

Texto publicado en el nº 234-235 de El Viejo Topo, julio-agosto de 2007

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