
El acuerdo entre Junts pel Si (JxSí) y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), que ha permitido la investidura in extremis del convergente Carles Puigdemont, resulta una lección de manual de las contradicciones del nacionalismo de izquierdas.
TOPO EXPRESS
Aquí se aborda tanto la política doméstica como la internacional, en un sentido amplio. Relaciones intenacionales, geopolítica, política de alianzas, bloques en conflicto, guerras, elecciones, prospección de futuro… Todo es política. Eso sí: en El Viejo Topo hay poco espacio para dimes y diretes.
El acuerdo entre Junts pel Si (JxSí) y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), que ha permitido la investidura in extremis del convergente Carles Puigdemont, resulta una lección de manual de las contradicciones del nacionalismo de izquierdas.
Ahí es nada que finalmente acabe siendo Presidente de la Generalitat de Catalunya quien no era candidato (simplemente aparecía el tercero en la lista de los aspirantes a ser diputado por Girona) y al que no conocen la inmensa mayoría de los catalanes.
En un escenario de cuatro guerras en Oriente Medio (Siria, Iraq, Afganistán y Yemen), los tres poderes regionales (Irán, Arabia y Turquía; con Israel al acecho, y Egipto en horas bajas), a la sombra de las grandes potencias internacionales, se disputan el nuevo mapa estratégico de Oriente Medio.
En la nueva crisis abierta en Oriente Medio, una primera constatación se impone: el avión ruso derribado por un caza F-16 turco, no constituía ningún peligro para Turquía. Es de difícil justificación, además, que el gobierno de Erdogan ataque a quienes, como los rusos, están bombardeando las posiciones de Daesh y de los grupos islamistas que aterrorizan Siria.